miércoles, 2 de abril de 2014

Los barrios de la Ciudad de Buenos Aires y sus graffitis son una opción turística

Los mejores graffitis de la ciudad de Buenos Aires son ofrecidos como propuesta turística, mediante un circuito que recorre varios de sus barrios y verdaderas galerías de arte al aire libre, organizado por un grupo de especialistas en arte callejero.

Un recorrido por Palermo, Colegiales, Villa Crespo, Congreso, Barracas, Montserrat y La Boca descubre obras que denotan los inicios políticos de la escena local hasta el contexto actual en el que la ciudad se convirtió en una de las más originales y excitantes del arte callejero en el mundo.

Las siete jóvenes que conforman la agrupación Graffittimundo promueven la escena de arte callejero de Buenos Aires y organizan los paseos por los trabajos de "Street Art" más sobresalientes de la capital argentina.



Constituida en 2008 por dos chicas inglesas que, recién llegadas se encontraron con un Buenos Aires atestado de esténciles con alto contenido político, descubrieron una ciudad que ofrece sus paredes, muros y fachadas a todo aquel que quiera expresarse.

Se trataba de un soporte con la capacidad de trascender del espacio público al privado y brindar una nueva visión de reflexión sobre el mundo, a la vez que denota el ritmo de la ciudad, los personajes que la componen y la naturaleza de vida en un contexto político.

Cecila, una de las integrantes de Graffitimundo relató que, "a diferencia de Londres, que el graffiti está muy castigado, ya que remite a un código de pandillas, acá el estilo es distinto, está asociado al animé japonés, a la caricatura".



Interesadas en el fenómeno, se contactaron con artistas a cuya mayoría hoy representan a nivel nacional e internacional, mientras realizan tours por la ciudad para sacar a la luz lo que al parecer es un patrimonio oculto.




El circuito tiene su punto de partida en Colegiales, y sigue por Palermo Hollywood, Villa Crespo y Palermo Soho. La muestra incluye diversas obras sobre las paredes de estos barrios porteños y desentraña las increíbles historias que se esconden detrás de cada pieza. Hay dos esquinas intervenidas, una sobre las rejas metálicas de un comercio, otra sobre la fachada de una vivienda, y ambas aportan una impronta personal al barrio.



A pocas cuadras se yergue el Nestornauta, un esténcil a escala humana, al que se le acumulan como imantadas varias pintadas y frases, en muestra de reconocimiento y aceptación.

Más adelante, sobre los laterales de los edificios ubicados en Matienzo, entre Cramer y Conesa, se ven dos minotauros enfrentados antes de la embestida y, por sobre sus cabezas, los nombres de dos chicos del barrio de Colegiales asesinados hace unos años.

Otra pintada a gran escala, íntegramente de aerosol, muestra un gaucho napoleónico sobre un caballo, imagen que atraviesa la identidad argentina, el paso de la dictadura y la declaración de libre expresión a modo de rebeldía con el aerosol en mano.

A su lado, sobre una pared que cobija los límites de una plaza con juegos para niños, aparecen las representaciones de los pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo.

El recorrido continúa hasta Palermo, donde el barrio hace gala de los mejores trabajos de esténciles, diseños dinámicos, coloridos, de gran complejidad, pasa por la estación donde para el colectivo 60 y el Mercado de Pulgas de Dorrego.



Barrios más alejados ofrecen nuevos soportes y mayores escalas al sur, con sus zonas fabriles y de depósitos, en tanto la Boca, Montserrat, Barracas y Congreso albergan otros circuitos que ofrece Graffitimundo.

Algunos de los más importantes se encuentran en la Centro Metropolitano de Diseño (CMD), en la manzana cercana a Santa María del Buen Ayre y Pedro de Luján, en Barracas, y el mural que está del otro lado de Caminito y el Pasaje Garibaldi en La Boca.

Las pintadas conviven entre sí, manifiestan la velocidad y la belleza de ese fluir de movimientos gráficos sin el estar condicionadas a la curaduría de galerías o museos y denotan el ritmo frenético de la ciudad.

La calle permite trabajar a gran escala, experimentar con materiales económicos y novedosos que aportan rapidez en el trazo y secado: aerosol, esténciles, pinturas sintéticas o inclusive asfalto, entre otros.

Las calles de Buenos Aires son un soporte incondicional y la ciudad toda una galería de arte en sí misma, donde sólo hay que saber mirar.

Los recorridos pueden ser a pie, en bicicleta o combi y son varios los circuitos que ofrece graffitimundo, para realizar las reservas de los recorridos, deben comunicarse con graffitimundo.com.


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